1. ¿Qué beneficios suponen las prácticas deportivas para impulsar el desarrollo sostenible?
A pesar de que la sostenibilidad es un tema que está en boga, no siempre se le aborda desde toda su extensión. Este concepto debe ser analizado desde un punto de vista que contemple la dimensión ambiental, la igualdad de acceso a derechos de grupos minoritarios, reducción de oportunidades, prácticas laborales, entre otras. Como lo definió la ONU en su septuagésimo período de sesiones de la Asamblea General, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el modelo para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos.
A la luz de los nuevos desafíos globales como la crisis mundial de refugiados y todas las preocupaciones sobre el cambio climático, las experiencias acumuladas y las expectativas no alcanzadas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para combatir la pobreza extrema, conducen a la Agenda 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS como la nueva base de desarrollo para las Naciones Unidas y el mundo entero.
En este marco, las personas son el centro de cada una de los esfuerzos encaminados a conseguir los objetivos de sostenibilidad. El deporte es potente porque es un portador de un lenguaje común y por tanto tiene el potencial de conectar a personas, rompiendo barreras y estereotipos que están fuertemente arraigados. A nivel de cabildeo también es una plataforma de alcance global. Eventos globales como los Juegos Olímpicos, las Copas Mundiales de Fútbol, los festivales internacionales de fútbol para el desarrollo impulsados por organizaciones como FIFA Foundation, han demostrado la capacidad que tiene el deporte para llevar mensajes de paz y coexistencia pacífica a una escala que ninguna otra manifestación humana lo puede hacer. También contribuye al bienestar físico, mental y emocional de las personas y por consiguiente, al desarrollo de relaciones y hábitos saludables. Además, aporta en el manejo y resolución de conflictos.
El deporte es una potente herramienta de formación y refuerzo de valores y habilidades para la vida y de inserción positiva en el ámbito social, educativo, económico y productivo.
2. ¿De qué manera se pueden integrar el deporte y la sostenibilidad?
La integración entre el deporte y la sostenibilidad tiene su punto de partida en 1978 cuando la UNESCO reconoció al deporte y a la actividad física como un derecho fundamental para todos y todas mediante la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte.
Si bien es cierto que hasta la fecha ningún tratado internacional en materia de derechos humanos y ODS aborda al deporte de manera explícita, su interrelación es clave por el poder que el deporte tiene para incidir en el bienestar integral de personas, comunidades y naciones. El deporte moviliza a las masas, visibiliza y sensibiliza sobre problemáticas como la discriminación, la violencia, la explotación, el desempleo, entre otras.
Lo que sucede en el campo de juego es un reflejo de lo que ocurre fuera del mismo. Por ende, si somos capaces de usar el deporte para educar en valores y competencias para la vida, podemos incidir en el desarrollo sostenible de una ciudad, nación y del mundo entero. Esta premisa es clave ya que el uso del deporte puede ser terreno fértil para el desarrollo de habilidades blandas más allá del contexto del deporte. Los valores esenciales que datan desde los Juegos Olímpicos de la antigüedad, como juego limpio, respeto, son trasladables a cualquier proceso que implique la formación e inserción positiva de un ser humano.
A vísperas del inicio de la 32ava Olimpiada que bajo condiciones especiales se llevará a cabo en Tokyo, el deporte revivirá el ideal de tregua olímpica surgido en el siglo VIII antes de Cristo en la Grecia antigua que establecía un periodo de armonía entre los pueblos con el objeto de garantizar la seguridad de los atletas, artistas, familiares y peregrinos que acudían al acontecimiento deportivo. 29 siglos después es emocionante ver cómo este ideal renace de una manera extraordinaria con la participación de un combinado de refugiados apoyados por ACNUR, uno de los principales aliados del Comité Olímpico Internacional.
3. ¿Cómo logra el deporte impulsar la equidad de género, la inclusión o el cuidado ambiental?
El deporte tiene la capacidad de impulsar cualquier causa o temática de interés a través de su poder de llegada a diferentes tipos de audiencias y contextos culturales, económicos, sociales y geográficos.
En FUDELA hemos usado el deporte para promover y facilitar la inclusión social, cultural, educativa y económica de personas ecuatorianas y en movilidad humana, mujeres y hombres de diferentes grupos etáreos, mediante la creación de espacios de formación, protección y buen uso del tiempo libre donde enseñamos y reforzamos valores y competencias para la vida.
Hemos aplicado la metodología del fútbol para el desarrollo o fútbol de 3 tiempos donde en una primera instancia se genera un espacio para que los jugadores y jugadoras pongan las reglas de juego con un enfoque en valores y Juego Limpio. A continuación se desarrolla el partido con el soporte de un mediador quien actúa como guía y motivador. En un tercer momento, los y las participantes reflexionan y proporcionan una retroalimentación constructiva sobre lo vivido en la cancha.
Un ejemplo concreto del uso del deporte para promover la igualdad de género fue en el proyecto “Goles por la Vida y los Sueños” llevado a cabo en la Amazonía ecuatoriana donde desarrollamos torneos comunitarios con equipos mixtos. Cada equipo podía inscribirse y participar si al menos incluía a 3 mujeres. Por consiguiente, se logró cambiar la mentalidad y percepción sobre la participación de la mujer en el deporte no solo en los jugadores y jugadoras sino también en otros miembros de las comunidades donde intervenimos.
En los últimos años también hemos incorporado al béisbol y tenis de mesa como herramientas para promover la inclusión social y cultural de NNA, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad.
4. ¿Cuál ha sido el principal desafío de trabajar con el deporte para promover la sostenibilidad?
El deporte, al no tener o estar articulado a un ODS específico, ha dado lugar a críticas, dudas e incertidumbre sobre su contribución real al desarrollo sostenible.
Para nosotros, el principal desafío ha sido medir, tangibilizar y evidenciar el impacto positivo que el deporte tiene no solo en el campo de la salud sino en el cambio de actitudes, hábitos, comportamientos, motivaciones y percepciones tanto a nivel individual como colectivo. En medio de la violencia que aún existe dentro y fuera del campo de juego, se ha vuelto más difícil demostrar que el deporte puede prevenir la violencia y otros factores de riesgo si es canalizado adecuadamente con una visión de derechos y sostenibilidad.
5. ¿Cómo se puede motivar a que se sumen los demás actores de la sociedad: Empresas, Academia, Gobierno para potencializar el valor del deporte?
A través de la creación de redes colaborativas, alianzas multisectoriales y espacios de sensibilización y diálogo constructivo donde se visibilice y reflexione sobre el rol fundamental que el deporte tiene en la promoción del desarrollo sostenible así como también en la escalabilidad y multiplicación del impacto.
Algo que nos ha funcionado bastante bien a nosotros es el desarrollo de campañas multiactores y participación en foros nacionales e internacionales donde hemos podido difundir buenas prácticas sobre el uso del deporte como herramienta de transformación social. Además, hemos contado con el soporte de figuras deportivas quienes han participado activamente como embajadores, promotores y/o portavoces de diferentes causas e iniciativas. Buscamos ampliar y fortalecer la red de referentes positivos.
También hemos generado diversas propuestas de valor compartido donde hemos invitado a diversos actores, del sector público, privado y sociedad civil para que se sumen y aporten de diferentes maneras con el fin de aprovechar los activos y valores agregados de cada uno, llegando a más personas y comunidades bajo una visión de sostenibilidad.
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