WWF solicita a los países miembros de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), mantener y fortalecer las medidas de conservación, como la veda de atunes tropicales, la cobertura total de observadores en embarcaciones industriales y el manejo de dispositivos agregadores de peces.
Los países miembros de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), junto con los países no miembros cooperantes, se reunirán en Ciudad de Panamá del 2 al 6 de septiembre para celebrar su 102ª sesión ordinaria. WWF agradece la oportunidad de participar en calidad de observador y destaca la valiosa oportunidad que tienen los países miembros para tomar decisiones clave que protegerán la salud del océano Pacífico.
“La CIAT ya lo ha demostrado antes. Esta comisión puede tomar medidas trascendentales para la salud del océano Pacífico. Ejemplos claros incluyen la resolución adoptada en 2023, que obliga a las flotas a transicionar hacia el uso exclusivo de plantados biodegradables, o las resoluciones de 2019, que prohíben los lances sobre tiburones ballena y adoptan medidas para reducir la captura incidental de tortugas marinas en las pesquerías de la CIAT”. Estas decisiones no solo protegen la biodiversidad marina, sino que también establecen un precedente global, subrayando el liderazgo de la CIAT en el manejo sostenible de los recursos oceánicos, enfatiza Pablo Guerrero Director de Conservación Marina para WWF-Ecuador, quien participará en calidad de observador durante la sesión ordinaria.
Los recursos atuneros del Océano Pacífico Oriental son el sustento de una industria que mantiene los medios de vida de decenas de miles de personas y contribuye significativamente al desarrollo socioeconómico de las naciones. Ecuador, como líder regional en la pesca de atún, es un claro ejemplo. El país exporta un promedio de 250.000 toneladas de atún anuales, con ventas al exterior que representan aproximadamente $1.300 millones y generan 30.000 puestos de empleo directos.
Sin embargo, los países miembros necesitan de un mayor compromiso para alcanzar una gestión responsable de la pesca. Recientemente, los científicos de la CIAT informaron que no fue posible completar la evaluación de stock del atún aleta amarilla por la persistencia de incertidumbres en la estructura de su población y, por lo tanto, recomiendan monitorear de cerca su estado y realizar investigaciones adicionales.
"La ciencia nos está diciendo que es necesario actuar con precaución, y es por esto que las naciones pesqueras deben cooperar para acordar un sistema de manejo que responda a la necesidad de conservación de las poblaciones de atún, asunto del cual dependen decenas de miles de empleos en la región", menciona el Director de Conservación Marina para WWF-Ecuador.
En una declaración de posición preparada para la reunión de la Comisión, WWF solicita a los países miembros que consideren seriamente mantener la veda actual de 72 días para atunes tropicales durante tres años más; extender el cierre del "corralito" (una zona al oeste de las Galápagos) y mantener el límite de captura por embarcación individual de atún patudo, con disposiciones específicas de control y monitoreo. “Todas estas son medidas claves para aliviar la presión sobre las poblaciones de atún”, asegura Guerrero.
La declaración también resalta la necesidad de alcanzar un 100% de cobertura de observadores (humanos o electrónicos) en todos los cerqueros y palangreros atuneros industriales. WWF reconoce que los observadores son fundamentales para la investigación científica, proporcionando datos cruciales para generar conocimiento y entender mejor los impactos de la operación pesquera.
Además, WWF solicita el fortalecimiento de las medidas de manejo de los dispositivos agregadores de peces, mediante la adopción de un esquema de marcado, junto con reglas más estrictas para la activación y desactivación de sus boyas.
WWF también expresa su preocupación por la situación global y regional de los tiburones, y solicita que la CIAT elabore reportes de dictámenes de extracción no perjudicial (DENP) para las áreas dentro de su jurisdicción para tiburones y rayas oceánicas enlistadas en el Apéndice II de CITES.
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