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La conciliación, factor clave en las estrategias de RSE





Nos encontramos ante un escenario complejo en el que cada vez más se hace necesario que las empresas centren sus estrategias en el desarrollo de un estilo de gestión de equipos responsable. La forma de trabajar ha cambiado. Cada vez más organizaciones se dan cuenta de lo fundamental que es que el foco de sus políticas sea poner a las personas en el centro.


La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se abre paso en el sistema actual. Cada vez está más presente en las compañías, aunque aún sigue siendo un factor desconocido en otras muchas entidades.


Cada vez más se habla sobre RSE, pero este término es algo relativamente moderno. Para conocer sus orígenes nos tenemos que remontar a la década de los años 70 cuando en Estados Unidos aparece el concepto de responsabilidad social. Un término que reconoció la responsabilidad de las empresas y organizaciones en algunos ámbitos que iban más allá de la producción de bienes y servicios. Fue en ese momento en el que se entendió que las compañías tenían un compromiso con la sociedad.


RSE y sociedad: una tarea pendiente


Uno de los problemas a los que se enfrenta la RSE en la actualidad es su impacto en la sociedad. Para que esta contribución obtenga los mejores resultados y sea eficaz, es necesario que llegue a todo el entramado empresarial, pero también a la ciudadanía. Sin embargo, la RSE constituye un concepto un tanto complejo para los ciudadanos.


Desde Fundación Másfamilia trabajamos desde el año 2003 sensibilizando tanto a entidades como a la administración pública y diferentes instituciones con el objetivo de acercar el concepto de RSE a la sociedad.


Desde nuestra experiencia en gestión de la conciliación, entendemos la RSE como el compromiso voluntario por parte de las compañías que asumen al ser miembros de una comunidad, en este caso, la propia sociedad de la que formamos parte. Este compromiso conlleva un claro objetivo: causar un impacto beneficioso a través de las prácticas empresariales en la sociedad.


La RSE también es para pymes y microempresas


Anteriormente analizamos que la RSE se enfrenta a un problema de entendimiento por parte de la ciudadanía, pero no es el único. El otro gran obstáculo se encuentra dentro del ámbito empresarial y es que, en numerosas ocasiones, se relaciona la RSE con las grandes empresas y es un grave error. La Responsabilidad Social Empresarial es tarea de pequeñas, medianas y grandes empresas y así lo demuestran las entidades efr.


La pandemia nos ha ayudado a darnos cuenta de la importancia de apostar por las personas. Nos encontramos en un momento en el que, ahora más que nunca, es necesario que las compañías centren su estrategia de RSE en el bienestar de sus colaboradores. ¿De qué manera pueden hacerlo? A través de la gestión de la vida personal, familiar y laboral.

La llegada del Covid-19 a nuestra realidad ha destapado que este equilibrio entre las diferentes facetas de nuestra vida continúa siendo todo un reto y las empresas, en colaboración con la administración pública, deben trabajar para convertir ese obstáculo en una oportunidad. Aunque afortunadamente, cada vez son más las entidades que deciden apostar por estrategias de conciliación real de sus empleados a través de medidas como, por ejemplo, de flexibilidad espacial y temporal.


RSE y el Certificado efr


Si las empresas quieren centrar su estrategia de RSE en la conciliación y el bienestar organizacional es importante que sean conscientes que gestionar estos aspectos supone una importante maximización del valor añadido de la organización. ¿Por qué? Porque el impacto sobre los colaboradores repercute directamente en el negocio incrementando el valor global fundamentalmente en términos de talento.


Así lo han demostrado las más de 800 entidades efr en todo el mundo. Gestionar la conciliación a través de una herramienta como es el Certificado efr, contribuye a poner el foco de atención en la responsabilidad social de la compañía. Desde sus orígenes, el Modelo efr se encuentra muy unido a la estrategia de RSE y genera un importante valor compartido empleador y empleador que produce beneficios e beneficio positivo a la sociedad en su conjunto.


Trabajar la responsabilidad social empresarial a través de una herramienta como es efr influye de manera positiva en numerosos ámbitos. Por ejemplo, la competitividad incrementa al mejorar la reputación corporativa de la compañía; mejora el clima laboral y el compromiso entre empleado y empleador y contribuye a la retención y atracción del talento.


Sin ninguna duda, la RSE supone una ruptura con lo anterior ya que representa una nueva cultura empresarial donde se da prioridad a valores como la ética, el bienestar y al desarrollo profesional sin renunciar al personal. Además, supone una nueva forma de actuar que contribuye de manera positiva en el desarrollo económico y el respeto al medio ambiente.


Fundación Másfamilia y el modelo efr


El Certificado efr, creado por Fundación Másfamilia, es un proceso único en el mundo que aporta una metodología sencilla y eficaz para posibilitar la gestión de la conciliación en las organizaciones que, además, ha sido reconocido como ‘Good practice’ por la ONU y por el programa Interreg Europe.


Las entidades que se certifican bajo el modelo efr apuestan por una fuerte implicación con las personas que componen sus organizaciones, lo que incide favorablemente en indicadores de competitividad empresarial tales como la atracción y retención del talento, el compromiso, la felicidad y la mejora del clima laboral, entre otros.

En el mundo, 500 organizaciones y más de 500.000 empleados y familiares de 20 países han sido reconocidos por Fundación Másfamilia con la certificación efr, reforzando un nuevo modelo de cultura laboral en el ámbito de la responsabilidad social.

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