Ser parte de una cultura en donde persiste el machismo; poca o nula capacitación en temas de género, y una realidad que se traduce en cifras -en donde la participación de la mujer en cargos públicos sigue siendo proporcionalmente inferior a la de los hombres- fueron temas tratados este 19 de noviembre de 2019, en el tercer foro virtual “Democracia YA”, organizado por Fundación Esquel y la Mesa de Convergencia.
En esta tercera edición del Foro participaron: Paquita Morejón, de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador; Nívea Vélez, exasambleísta y exviceprefecta de Loja; Fausto Camacho, experto electoral y Ximena Peña, asambleísta y presidenta de la Comisión de Justicia, que tramita las reformas electorales. Moderó el Foro Sebastián Mantilla, analista político y director del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (CELAEP).
Para Vélez, el tema de la paridad de género ha sido una lucha permanente y nada fácil. Destacó como un logro que se la haya incorporado en la Constitución. Sin embargo, para Vélez, el Código de la Democracia ha dejado a un lado este tema y, si a eso le sumamos una sociedad machista, “participar en política para una mujer es bastante duro”, apuntó la exasambleísta, cuya lucha ha sido, tanto dentro de los partidos políticos, como al interior de su propia familia.
La asambleísta Peña cree, si bien ha mejorado la representación de la mujer en la política, no es suficiente. Según los datos que expuso en el Foro, en donde solo el 8% de mujeres alcanzó un puesto en alcaldías municipales, evidencian la realidad: aún estamos lejos de alcanzar la paridad que es del 50% “Si podemos reformar el Código de la Democracia, fomentando la participación de la mujer, no solo ganamos las mujeres, sino que gana toda la sociedad”.
La legisladora también presentó algunos puntos de la propuesta de reformas que incluyen que, para elecciones de todos los binomios, las candidaturas deben integrarse con la participación de una mujer y un hombre o viceversa, al igual que en elecciones de asambleístas, en donde se propondrá que el 50% del total de las listas a nivel nacional deberán estar encabezadas por mujeres; además de sanciones para casos de violencia de género en política, entre otros.
De su lado, Camacho acotó que el Código de la Democracia debe ajustarse al mandato constitucional respecto a la paridad de género y, a pesar de que la legislación ecuatoriana es una de las más avanzadas de América Latina, cree que hay muchos aspectos que deben mejorarse.
Para la activista Morejón, cuando no se cumple un mandato constitucional, la cultura de un país influye de manera significativa en cuanto a la aceptación de la mujer en la política. “Somos capaces, pero todavía somos manipuladas”, apuntó.
En ese sentido, Morejón cree que sin partidos políticos fortalecidos, la democracia no puede fortalecerse. “Lamentablemente, los partidos se han convertido en maquinarias electorales y eso va minando las posibilidades de crecimiento”.
Además de la paridad de género, el tema del financiamiento de las campañas y la independencia de los candidatos, de cara a sus contratistas también se discutió dentro de las preocupaciones de cara a las reformas electorales. Sin embargo, la asambleísta Peña zanjó la discusión con la premisa de que hace falta más tiempo para realizar una reforma más profunda que no dependa del candado constitucional, por lo que se planteará una segunda reforma para tratar otros temas con mayor responsabilidad.