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Conversamos con Artieres Estevão Romeiro, Director General de Proyección y Desarrollo Institucional


1. ¿Cómo promover la sostenibilidad estratégica desde las instituciones de Educación Superior?

El tema de la sostenibilidad estratégica es el horizonte de todas las organizaciones. A largo plazo, solamente las instituciones sostenibles pueden tener éxito en un mundo tan cambiante y dinámico. En ese sentido, las Universidades son las instituciones más longevas del planeta. Desde su creación en el siglo XI, han sido actores de cambio social, transfiriendo y creando nuevos conocimientos. Solamente las organizaciones preocupadas en entender la realidad y sistematizar el conocimiento podrán ser auténticos actores de cambio. Cuando preguntas sobre ¿cómo promover la sostenibilidad estratégica en las instituciones de educación superior?, me viene a la cabeza el concepto de visión socialmente responsable. Creo que tanto las empresas cuanto las universidades, aplican la sostenibilidad estratégica cuando son capaces de consolidar sus planes estratégicos en acciones claras, responsables y transversales. Algo tengo muy claro, la responsabilidad social es un camino sin retorno, cuanto más avanza, mayor es el compromiso de la institución.

2. ¿Las Universidades en el Ecuador están preparadas para enfocarse en estos nuevos ámbitos?

Antes de estar en el Ecuador vivía en Brasil e intento comparar los sistemas y contextos educativos. Desde hace 4 años vivo en Ecuador e identifico que las universidades han evolucionado muchísimo en ese período. Las instituciones de educación superior ecuatorianas son en su mayoría muy jóvenes, tienen mucha vitalidad y deseo de progresar, por eso veo por todos los lados gestores preocupados en consolidar un horizonte estratégico claro y una consciencia creciente, de que la excelencia universitaria y responsabilidad social van de la mano. Saber donde se quiere llegar es el primer paso para crear una visión a corto, mediano y largo plazo. Es fundamental tener una visión que reúna los esfuerzos de las personas y permita la medición de los impactos institucionales. Creo que la gran mayoría de las universidades del Ecuador están en la marcha de consolidación de una estrategia sostenible. Hay casos bastante exitosos de universidades que dan respuestas a las necesidades y expectativas del entorno por medio de estrategias de innovación y emprendimiento y ejercicios transparencia y rendición de cuentas. Actualmente, dos universidades del Ecuador han asumido el reto de hacer el reporte de sostenibilidad bajo los estándares del GRI - Global Reporting Initiative, y de ellas únicamente la UTPL bajo la opción exhaustiva con revisión de terceros y validación por el GRI.

3. Más allá del currículo, ¿en que acciones transversales debe enfocarse la academia para ser una organización más sostenible?

Cuando hablamos de sostenibilidad en las universidades toca también hablar de autonomía. La autonomía es la capacidad de conducir a uno mismo, es el pleno ejercicio de la libertad y de la responsabilidad a la vez. La libertad es la capacidad de hacer elecciones y tomar decisiones. Por su parte, la responsabilidad es la capacidad de dar respuesta a algo. Creo que ese es el punto clave, las organizaciones pueden elegir sus caminos, pero son responsables por los impactos de ese caminar. Es muy cierto que el punto de partida de la sostenibilidad permea la formulación de un currículo pertinente que dé respuesta a las necesidades de la sociedad, pero se va más allá de eso, requiere un compromiso de gobierno universitario con la conformación de un responsable institucional y un comité de trabajo que apoye las iniciativas de sostenibilidad universitaria y acciones transversales como: el mantenimiento de un campus responsable, la ética, la transparencia e inclusión, la participación activa con y en las comunidades, una adecuada equidad en la gestión del talento humano, los derechos humanos y la gestión administrativa eficiente. Todos estos elementos son complementarios entre sí y dan coherencia a la misión institucional de formación humana.

4. ¿Con qué referentes cuentan las Universidades Ecuatorianas para afrontar estos nuevos retos?

Creo que hay 4 grandes ámbitos que necesitan ser integrados para dar respuesta a los retos de la sostenibilidad estratégica:

1. Necesitamos tener una visión estratégica en el marco de la autonomía responsable, abierta a cambios y con una capacidad institucional de construcción de nuevos paradigmas, donde cada universidad asuma retos estratégicos y los comunique adecuadamente a sus grupos de interés.

2. Hay que escuchar a los expertos internos de la universidad, los docentes son el principal activo de las instituciones de educación superior, son un grupo extremamente capacitado y talentoso que pueden apoyar a los líderes en la definición de estrategias para alcanzar los resultados.

3. Acercarse a las organizaciones que impulsen una reflexión consistente sobre las tendencias de desarrollo y responsabilidad social. Un excelente ejemplo es CERES que agrega organizaciones socialmente responsables para la conformación de alianzas estratégicas e intercambio de experiencias, entre otros.

4. Otro factor muy significativo son las políticas públicas derivadas de organizaciones como el CES, CACES y Senescyt, organizaciones que, en gran medida, son responsables por la implementación de estándares de gestión que inducen la transformación y mejora continua de las universidades.

5. ¿Cuándo se habla de Responsabilidad Social Universitaria, se piensa en Vinculación con la Comunidad? Pero ¿cómo se puede hablar de sostenibilidad desde la docencia y/o desde la investigación?

Es una pregunta interesante, pero contiene una trampa. La responsabilidad social universitaria es algo transversal y no puede ser identificada prioritariamente con la vinculación. La Universidad es responsable y sostenible solamente si trabaja acciones transversales que pasen por todas sus funciones sustantivas: academia, investigación y vinculación, y también dimensiones no menos importantes de la gestión administrativa universitaria, como personas, procesos, infraestructura, tecnología y medio ambiente.

Un buen ejemplo para crear acciones transversales es el trabajo de planificar metas y resultados de la docencia, investigación y vinculación alineadas a los objetivos de desarrollo sostenible. Creo que la responsabilidad social de las Universidades se traduce en la capacidad de vincular personas que asumen proyectos y retos comunes para crear sinergia, encontrando soluciones concretas para la eliminación de problemas sociales y construcción de un mundo mejor para las futuras generaciones.

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