Greenpeace USA analizó lo que están haciendo las principales compañías de electrónica vinculado a la utilización de energía, consumo de recursos y utilización y disposición de productos químicos.
The Guide to Greener Electronics, publicado por Greenpeace USA, proporciona un análisis de las 17 principales compañías de electrónica de consumo del mundo sobre lo que están haciendo para abordar sus impactos ambientales. En esta edición se han enfocado en las principales marcas de dispositivos electrónicos (teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras personales) de Asia Oriental, América del Norte y Europa.
El análisis se ha centrado en medir tres áreas de impacto crítico vinculadas al diseño de productos y la gestión responsable de la cadena de suministro en el sector. La primera variable fue la reducción de los gases de efecto invernadero a través de la eficiencia y las energías renovables; en segunda instancia se analizó el diseño sostenible y uso de materiales reciclados; y por último, la eliminación de productos químicos peligrosos tanto del producto como de la fabricación.
Dentro de cada área de impacto, las empresas califican sobre la transparencia, el compromiso, el desempeño y los esfuerzos de incidencia.
A partir del análisis realizado, se ha identificado en primera instancia una falta de transparencia en la cadena de suministro. A pesar de representar la mayor parte de la huella ecológica para el sector, la mayoría de las compañías publica poca información sobre sus proveedores, ocultando su desempeño ambiental e impactos. De las 17 empresas evaluadas, solo seis publican una lista básica de proveedores y solo Fairphone y Dell brindan detalles sobre los productos o servicios de cada proveedor. Entre las tres mejores marcas del mercado global de teléfonos inteligentes, Huawei es la única marca que no informa nada sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de su cadena.
En otro aspecto, se encuentra la demanda de energía no renovables para la cadena de suministro. Del 70 al 80% de la huella de carbono de la vida útil de los dispositivos se produce durante la fabricación. Aunque las empresas han progresado en la transición hacia energías renovables en sus oficinas y centros de datos, casi todas las compañías todavía tienen que enfrentar la creciente huella de carbono y la dependencia de la energía sucia en sus cadenas de suministro. Apple es la única compañía que hasta el momento se ha comprometido con el 100% de energía renovable para su cadena de suministro.
Por su parte, Samsung, el mayor fabricante de teléfonos inteligentes en el mundo y un proveedor de componentes clave para muchas de las otras marcas, está relegado en el uso de energía limpias. La compañía usó más de 16,000 GWh de energía en 2016, y solo el 1% era de fuentes renovables.
Aunque las marcas de teléfonos inteligentes chinas, Huawei, Oppo y Xiaomi, ganan participación en el mercado mundial, obtuvieron puntajes por debajo del promedio en las tres áreas de impacto, especialmente en transparencia y en el compromiso con las energías renovables.
También se observó que Amazon sigue siendo una de las compañías menos transparentes del mundo en términos de desempeño ambiental, ya que aún se niega a reportar la huella de gases de efecto invernadero de sus propias operaciones. Asimismo, la compañía proporciona pocos detalles sobre el origen de los materiales reciclados que ingresan a sus dispositivos, tampoco publica sobre los productos químicos peligrosos en sus dispositivos ni los que utiliza en su cadena de suministro.
Otro de los puntos destacado es la obsolescencia planificada como característica de diseño. En este punto, existe una saturación del mercado de los dispositivos y las empresas de todo el sector han cambiado cada vez más el diseño de sus productos de manera que se acelera el ciclo de reemplazo, principalmente dificultando el servicio o la actualización. En este contexto, Apple, Microsoft y Samsung se encuentran entre las empresas que se mueven en la dirección equivocada en cuanto al diseño de productos sostenibles. Mientras que HP, Dell y Fairphone son las notables excepciones a esta tendencia, que producen un número creciente de productos reparables y actualizables
.
Con respecto a los desechos electrónicos, hay poca transparencia y falta de alternativas. Se espera que los volúmenes mundiales de desechos electrónicos superen los 65 millones de toneladas métricas en 2017. Si bien varias marcas ofrecen algunos programas de recuperación voluntaria, hay poca información sobre lo que realmente se está recolectando o dónde terminan. En este punto, se estima que menos del 16% de los volúmenes globales de desechos electrónicos se reciclan en el sector formal.
Vinculado a la reutilización de los materiales, el informe también analizó el uso de materiales secundarios y que sigue siendo limitado, con un progreso reciente. Si bien algunas empresas de IT han incorporado plásticos reciclados en sus productos durante varios años, se ha avanzado muy poco en la obtención de otros materiales secundarios en nuevos productos. Se destaca Fairphone con la incorporación de tungsteno reciclado y Dell ha tenido éxito al usar plástico de circuito cerrado recogido de su canal de recogida. Apple se comprometió recientemente a "cerrar el ciclo" para sus materiales, comenzando con estaño y aluminio.
Por último, la guía enumera los compromisos paralizados, vinculados a la eliminación de compuestos tóxicos en los productos. Este ítem, hace referencia a que numerosas compañías, entre ellas Acer, Apple, Samsung, LG, Lenovo, Dell y HP, contrajeron compromisos en 2009/2010 para eliminar el PVC y los BFR de sus productos, para detener la ola de desechos electrónicos tóxicos. Ahora, en 2017, solo los productos de Apple y Google están libres de BFR y PVC en sus líneas de productos.
Fuente: http://www.comunicarseweb.com.ar/noticia/que-estan-haciendo-las-empresas-de-electronica-para-reducir-su-impacto