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UNACEM Seguridad y salud ocupacional, un desafío en tiempos de pandemia

Los expertos aseguran que las enfermedades no transmisibles en la oficina también causan de forma directa o indirecta que cada país pierda hasta un 6% de su PIB.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la seguridad industrial y la salud ocupacional son actividades multidisciplinarias, orientadas a la protección y el bienestar de los trabajadores, basadas en la prevención y control de enfermedades y accidentes laborales. Para su abordaje es imprescindible que las empresas desarrollen un plan que cubra desde la identificación de los riesgos a los que está expuesto un trabajador hasta la inversión para la adopción de programas y acciones que puedan eliminar o mitigar estos riesgos.


Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año fallecen más de 2 millones de personas a causa de enfermedades y accidentes laborales. Adicionalmente, se registran más de 200 millones de casos por dolencias profesionales al año. Los expertos aseguran que las enfermedades no transmisibles en la oficina también causan de forma directa o indirecta que cada país pierda hasta un 6% de su PIB. Por estas razones, la seguridad industrial y salud ocupacional deberían ser una prioridad a nivel empresarial y gubernamental.


Este año, el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo tiene un enfoque puntual en la actual pandemia, producto del coronavirus. El objetivo de las personas y principalmente de las empresas que buscan cuidar de su personal es generar acciones que ayuden a prevenir el contagio en el espacio laboral.


A nivel empresarial, especialmente en los denominados sectores estratégicos de la economía se han adoptado acciones para garantizar la sostenibilidad de las operaciones con base en el cuidado de la integridad de los trabajadores de cara a los riesgos inherentes a cada actividad, y ahora, particularmente, frente al riesgo biológico derivado de la COVID-19.


Por ejemplo, UNACEM Ecuador ha puesto énfasis en su Protocolo de Salud Ocupacional COVID-19 cuyo objetivo es garantizar operaciones seguras y saludables en las distintas dependencias de la empresa, con la menor afectación en su productividad.


UNACEM Ecuador ha desarrollado una cultura de prevención de riesgos, factor que posibilitó el empoderamiento del personal frente a la prevención de contagios en el espacio laboral.


“Para UNACEM Ecuador la seguridad y la salud son pilares fundamentales de nuestra operación, por esta razón, sostenemos un robusto sistema de gestión que combina la gestión técnica, la capacitación y la participación del personal. En el contexto de la pandemia, diseñamos un Plan de Retorno que incluyó un estricto Protocolo de Salud Ocupacional para velar por la integridad de nuestros colaboradores y contratistas; así como una distribución segura de nuestro producto” manifestó Xavier Bonhommeau, Gerente de Seguridad de UNACEM Ecuador


Apoyado al conocimiento científico sobre las características del coronavirus, fue necesaria la aplicación de seis estrategias: 1) Protección del personal vulnerable; 2) Detección temprana de personas sospechosas; 3) Respeto a la distancia de seguridad -2 metros-; 4) Lavado de manos e higiene de superficies de contacto, 5) Gestos clave -como el saludo a distancia- y 6) Uso de equipos de protección individual.


Todas estas prácticas se apalancaron en acciones sostenidas de comunicación a través de la campaña “Yo me Cuido. “Reorganizamos los esquemas y jornadas de labores. También, realizamos una evaluación de los puestos de trabajo y de las actividades para adoptar medidas de control de alta eficacia. Readecuamos instalaciones y áreas de trabajo. Identificamos las actividades donde se necesitaba instalar mamparas de aislamiento y las donde se tenía que extremar las medidas de protección individual, dotando al personal de equipos especiales”, acotó Bonhommeau.


Desafíos empresariales por la COVID-19


Hoy, más que nunca, se evidencia la importancia de promover un sistema de gestión de la seguridad y la salud para el abordaje de nuevos riesgos, como este biológico, devenido por el coronavirus. La respuesta de Unacem fue rápida y precisa gracias a su experiencia en gestión de riesgos y a la experticia de su médico ocupacional. Con la participación de su personal, se implementaron medidas a nivel interno y externo, entre algunas de ellas:


· La definición de un protocolo para el ingreso del personal, contratistas y visitantes.

· Instalación de puestos de lavado de manos en varios puntos de la planta industrial y oficinas administrativas.

· Reorganización del comedor de la planta para respetar distanciamiento y desinfección entre turnos

· Instalación de mamparas de aislamiento en puestos fijos de atención directa al personal (bodega, báscula, recepción…).

· Refuerzo en los procedimientos de limpieza y desinfecciones de las instalaciones y equipos.

· Instalación de dispensadores de gel y señalética para reforzar normas.


En la actualidad, las empresas han optado por el fortalecimiento de los protocolos de seguridad existentes y la adaptación de los nuevos escenarios, que hacen que la seguridad y salud ocupacional, se convierta en un eje transversal dentro de las organizaciones, más aún cuando se debe seguir luchando contra una pandemia mundial que provocó grandes pérdidas humanas y económicas y de la que se desconoce cuándo acabará.

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