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WWF: Cómo el cacao amazónico ecuatoriano conquista el mercado europeo, cuidando de la naturaleza

  • Foto del escritor: CERES
    CERES
  • 2 jun
  • 3 Min. de lectura

Durante el primer trimestre de 2025, la exportación de cacao en Ecuador tuvo un alza importante, posicionándolo como el segundo producto no petrolero de mayor exportación.


Según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), las ventas externas de cacao aumentaron un 194 % en comparación con el mismo período del año anterior, generando ingresos superiores a los 956 millones de dólares. Este crecimiento histórico se atribuye, en parte, a la reducción de la oferta proveniente de África. Además, se anticipa un aumento en la demanda de cacao libre de deforestación, impulsado por las nuevas tendencias del mercado europeo.


Desde 2021 el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), implementó el proyecto “Chakras indígenas amazónicas, liderando el camino hacia una cadena de suministro de cacao sostenible"; con el apoyo financiero del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania y la Cooperación Técnica Alemana – GIZ Ecuador. Esta alianza ha permitido impulsar y consolidar un modelo sostenible de cadena de valor del cacao, alineado con la nueva normativa europea libre de deforestación.


Los principales aliados han sido las asociaciones de productores Wiñak, Tsatsayaku y Kallari, cuyos integrantes cultivan cacao bajo sistemas de producción Chakra, sistemas ancestrales que promueven la producción en equilibrio con la naturaleza. Al evitar los monocultivos, estas prácticas permiten conservar la salud del suelo, capturar mayores cantidades de carbono, proteger los ecosistemas y generar ingresos para las familias productoras.


En estos cuatro años, se han cultivado más de 420 toneladas de cacao orgánico y certificado, en más de 1.100 hectáreas ubicadas en la región amazónica. 


Gracias al Sistema Chakra -desarrollado y preservado por pueblos indígenas amazónicos- las comunidades han logrado mantener la salud de los bosques mientras cultivan cacao de alta calidad. En un momento en que el mundo exige productos con trazabilidad y responsabilidad ambiental, el cacao amazónico se posiciona como un bien estratégico, tanto desde una perspectiva ecológica como comercial.


Bajo este contexto y enfoque, este miércoles se presentaron los logros y aprendizajes del proyecto. El evento contó con la participación de representantes de organizaciones productoras, así como de instituciones públicas y cooperantes internacionales, quienes compartieron experiencias y estrategias para consolidar una cadena de valor sostenible del cacao proveniente de la Amazonía ecuatoriana.


Uno de los hitos del encuentro fue la socialización del “Informe de sistematización del proceso de implementación de la EUDR en asociaciones indígenas productoras de cacao en la Amazonía (European Union Deforestation Regulation)”, adaptado al marco normativo ecuatoriano. Esta legislación, que entrará en vigor a finales de 2024, requerirá que algunos productos básicos que ingresen a la Unión Europea —incluido el cacao— estén libres de deforestación y respeten los derechos humanos en toda su cadena de valor, cumplan con la legislación del país de origen y tengan un sistema de trazabilidad para evidenciar todo esto.


La presentación del informe marca un avance clave para promover el cumplimiento de esta normativa por parte de pequeños y medianos productores del país. A través de herramientas prácticas de trazabilidad, monitoreo forestal y legalidad, las asociaciones cacaoteras podrán fortalecer sus procesos y acceder a mercados que valoran la producción sostenible. En este contexto, el cacao ecuatoriano eleva su valor gracias a su origen amazónico, su calidad diferenciada y su bajo impacto ambiental.


Durante el evento, productores y actores del sector compartieron cómo han logrado integrar sus prácticas tradicionales con estándares internacionales, construyendo un cacao competitivo, ético y sostenible.


Este encuentro reafirma que el cacao amazónico ecuatoriano no solo tiene aromas y sabores únicos, sino que también encierra un valor agregado que nace del bosque, de la historia de sus comunidades y del compromiso con el planeta.

Victoria Mena, oficial de programa biocomercio y mercados de WWF Ecuador resalta el potencial transformador de la producción sostenible de cacao libre de deforestación. “Es un medio para garantizar la conservación ambiental con un enfoque de derechos. Articulamos con gobiernos, cooperación internacional y socios locales para demostrar que es posible producir sin destruir”, afirmó.

 

Acerca de WWF

WWF es una de las organizaciones de conservación más importantes del mundo, presente en más de 100 países y apoyada por casi cinco millones de personas a nivel mundial. Su misión es detener la degradación ambiental del planeta y construir un futuro en el que los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza. En Ecuador opera desde hace 20 años, con más de 30 proyectos de conservación marinos y terrestres.

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